Las Ventas reabre sus puertas en una tarde llena de emociones

Julián López “El Juli” y Garcigrande, una tarde para el recuerdo.

El Juli y Picante de Garcigrande / Foto: Plaza 1

Eran principios del siglo XX, años en los que el toreo adquiere una magnitud nunca vista antes. Las plazas monumentales adoptaron un papel fundamental a la hora de acercar la tauromaquia a la sociedad de la época ante la ausencia de televisión. Es aquí donde la figura de José Gómez Ortega “Joselito El Gallo” sale a relucir. Su siempre impecable visión de la fiesta hizo posible la construcción de recintos más grandes para albergar una mayor cantidad de público. Así lo reclamaba la población.

Si la Monumental de Sevilla fue la niña de sus ojos, Las Ventas de Madrid su gran proyecto que no pudo ver terminado debido a su fatídico percance producido en Talavera de la Reina. Su influencia es total. De sus pensamientos surgió la necesidad de construir una nueva plaza que sustituyera a la antigua, situada en la carretera de Aragón y vigente desde el año 1874. Su buen amigo y arquitecto José Espelius comenzó esta obra artística de estilo neomudéjar allá por 1.919 y tras su muerte, diez años más tarde, Manuel Muñoz Monasterio seguiría sus pasos hasta su finalización en 1931.

La inauguración oficial sucedió el 21 de octubre de 1934 en tarde triunfal. Juan Belmonte hizo historia al cortar el primer rabo en la primera corrida al toro Desertor. Marcial Lalanda y Joaquín Rodríguez Ortega (Cagancho) completaron el cartel.

Puede parecer contradictorio, pero uno de los motivos causante de que hoy Las Ventas pueda abrir sus puertas tras casi dos años de ausencia es gracias a la dimensión de los tendidos. En estos tiempos, los aforos influyen y mucho, no es lo mismo 24.000 que 13.000. Gallito predijo el futuro y no debe quedar en el olvido.

Tampoco puede pasar desapercibido que hace exactamente 25 años un torero de Madrid hacía historia en su plaza de toros. También otro Joselito, pero en esta ocasión hablo de José Miguel Arroyo y de aquella encerrona histórica. No quiero hablar de tarde completa, que lo fue, sino de cátedra taurina a base de clasicismo y muchísima personalidad. A todos los toros le dio la lidia requerida, no renunció un quite y a mitad de la tarde ya había conseguido algo tan difícil como tener conquistada por completo a la afición madrileña. Se pudo ver una tauromaquia consolidada en todo su esplendor, una técnica prodigiosa para entender cada matiz, el relajo y abandono absoluto cada vez que se daba la más mínima oportunidad.

Joselito tuvo la gran virtud ante tan importante acontecimiento de torear para él, olvidarse del público y dibujar la tarde soñada. Joselito fue la elegancia en el paso, la serenidad y seguridad de tenerlo todo controlado desde el primer lance. Parecía que no pesaba, cuando un torero tiene la mente tan clara no cabe menor resultado que el éxito absoluto. No importó la condición de los 6 astados, no salió por los chiqueros ese toro completo, nada podía parar lo que era una evidencia. Joselito vino a decir sin palabras, esta es mi plaza, aquí mando yo. La apoteosis fue total.

Por cierto, por la historia me pierdo, hay que recordar que un 2 de mayo de 2021, en Las Ventas a tenido lugar la celebración de un festival. Deseo que no sea una campaña electoral, que pase lo que pase mañana en las urnas, Las Ventas siga abriendo sus puertas en esta temporada 2021. No jueguen con los toreros, con los ganaderos, con todas las personas que viven de la tauromaquia, no jueguen con la afición. Porque ayer en esta plaza se vivió una tarde de emoción, una tarde que los aficionados llevan esperando desde hace casi dos años.

Diego Ventura, Enrique Ponce, El Juli, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Guillermo García fueron los encargados de hacer vibrar de nuevo a la afición. Las Ventas dejó de sentirse sola, las inmediaciones se llenaban horas antes y el aficionado respondió cumpliendo con todas las normas sanitarias impuestas. Nuestra querida Monumental rugió cuando el alguacilillo pisó el albero, también cuando se formó el paseíllo, cuando sonó el himno de España, cuando se vivió el toreo.

Diego Ventura abrió cartel con el toro de El Capea. Ventura no dejó de entrenar en todo este tiempo y se notó en la plaza. Un toreo a caballo soberbio, con transmisión, con dominio. Ejemplar el toro con mucho temple y humillación. Faena cumbre de principio a fin donde demostró Ventura que quiere seguir toreando, que se compromete con la tauromaquia y que seguirá preparando a todos sus caballos para esta temporada 2021.

Peor suerte corrió Enrique Ponce con el de Juan Pedro Domecq que perdía las manos una y otra vez en el caballo. Fue devuelto a corrales, como su sobrero, más flojo aún y que el presidente no dudó en regresarlo a los chiqueros. Ventura cedió sus dos sobreros también de El Capea y fue uno de ellos el segundo tris de Ponce. Muy suelto de salida y sin fijarse en el capote del valenciano. En la muleta obedeció por el pitón izquierdo a los toques del torero. Sin embargo se quedó muy corto por el derecho, no dejando ver el toreo que Ponce quería hacerle. Mucha entrega y compromiso por parte del matador que no se vio acompañado por el toro de El Capea.

Salió el de Garcigrande por chiqueros para Julián López “El Juli” y llegaría lo mejor de la tarde. Manos bajas con el capote, despacio, sentido, Julián entendió al toro desde el minuto uno. La faena de muleta fue ejemplar. El Juli le dio el espacio que necesitaba el de Garcigrande. Mano baja, nobleza, calidad y el toro en perfecta posición colocando la cara en la muleta. El torero quieto en el albero para sentir su toreo, su entrega y la bravura del toro. Dos orejas y ovación en el arrastre fue el premio de una ejemplar faena.

José María Manzanares se impuso al de Victoriano del Río, el más complicado de la tarde. Toro muy serio y de unas hechuras que transmitían miedo y respeto. En la faena de muleta el de Victoriano le hizo un extraño que más tarde se vería en la lidia. El toro, que embestía con mucha fuerza, se colaba en la muleta. Manzanares pudo sacarle una buena serie por el pitón derecho, sin quitarle la muleta de la cara y ligando unos pases con otros. El compromiso por parte del alicantino le valió una oreja ante el difícil cuarto de la tarde.

Miguel Ángel Perera se enfrentó a Belicoso de Fuente Ymbro. Toro muy tranquilo y con mucha entrega en la faena de muleta y siguió con el mismo comportamiento hasta el final. Comenzó de rodillas la faena de muleta con un pase cambiado muy ajustado. La tauromaquia exigente de Perera comprendió la distancia que necesitaba el toro. Le dio su espacio para conseguir tandas muy templadas con la mano derecha. Un estoconazo perfecto le sirvió para conseguir la oreja del toro de Fuente Ymbro.

A Paco Ureña le tocó un toro de Vegahermosa sin transmisión. Lo mimó en el capote muy despacio para entrarlo en faena. Con la muleta Ureña tuvo tandas muy templadas dándole el tiempo y el espacio que necesitaba el de Vegahermosa. Sin embargo, el toro no transmitía ese toreo que Paco Ureña quería mostrar. Una fulminante estocada le valió la ovación del público.

Otro gran momento de la tarde llegó con el séptimo y el novillero Guillermo García. Inició la faena de muleta de rodillas ante un bravo novillo de El Parralejo. Salió muy suelto de corrales pero la entrega del novillero le sirvió para meterlo en faena por verónicas muy bien templadas. Destacó la serenidad que tuvo Guillermo García durante toda la faena. Brindó su novillo a todos los matadores, sus espejos, como confesó al finalizar el festival. Se le vio ese toreo clásico que muchos buscan y ojalá siga por ese camino. En la muleta se entregó pese a la falta de fuerzas del utrero. Mucho valor, serenidad y sobriedad ante una faena que le sirvió para hacerse el hueco que tanto gusta. Un novillero que dará mucho que hablar en el futuro. Una buena estocada le sirvió para conseguir su primera oreja en Las Ventas.

Ficha de la tarde: Festival 2 de mayo de 2021. Plaza de toros de Las Ventas. Toros de distintas ganaderías.

Diego Ventura: toro de El Capea. 2 orejas.

Enrique Ponce: toro de El Capea. Silencio.

Julián López El Juli”: toro de Garcigrande. 2 orejas.

José María Manzanares: toro de Victoriano del Río. 1 oreja.

Miguel Ángel Perera: toro de Fuente Ymbro. 1 oreja.

Paco Ureña: toro de Vegahermosa. Ovación.

Guillermo García: novillo de El Parralejo. 1 oreja.

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